Por fin es juernes, y tenemos ganas de comer algo rico rico y “con condimento”, como diría
Carlos Arguiñano. Y qué hay mejor que una copita de vino blanco fresquito y un buen plato de
“pescaito frito”, sin remordimiento, por favor.
Cuando pensamos en “pescao frito”, solemos asociarlo a comida insana, que debemos comer muy de vez en cuando, a modo de capricho, y casi con sentimiento de culpa, porque además de engordar muchísimo, no es bueno para la salud…
Pero nosotras, gaditanas de pura cepa, la tierra de la cuna de este manjar, hemos investigado mucho al respecto, y hoy queremos desmentir todos los malos atributos que se vinculan con este tradicional plato desde sus inicios.
Comer pescado, en general es aconsejable a cualquier edad, y dos o tres veces en semana; ya que tiene múltiples beneficios como, por ejemplo:
- poseen un alto valor nutritivo.
- las grasas de los pescados azules, son beneficiosas para la prevención de infartos y arterioesclerosis
- alargan la esperanza de vida
- son de fácil digestión
- y un largo etc.
Pero si hablamos de “pescao frito”, entonces tenemos que hacer hincapié en que es fundamental el tipo de aceite que se utilice para freírlo. Recientes estudios de investigadores de la Universidad del País Vasco, demuestran que el aceite de oliva virgen extra es la opción mejor opción cuando se fríe pescado, ya que evita la generación de compuestos tóxicos.
Otros informes publicados por la UAM, confirman que tanto las sardinas enlatadas, como el “pescao frito” son un excelente manantial de calcio y fósforo.
Si a todo lo anterior le añadimos, que hoy en día además todas las pescaderías te venden el pescao limpito, ya si que no hay excusa.
Pero eso si, no hay que olvidar que…
El “pescaito frito”, con Aceite de Oliva Virgen Extra.