La sequía en el olivar es uno de los grandes problemas a los que nos hemos enfrentado este año, y pinta que el año próximo va a pasar un poco lo mismo. Por este motivo, el precio del aceite de oliva ha subido mucho, ya que la producción ha sido muy baja, y ya en Abril, apenas quedaba stock para cubrir la demanda del consumidor hasta el inicio de la siguiente campaña.
Es evidente los efectos que tiene la sequía en cualquier cultivo, pero si quieres conocer más detalles sobre cómo afecta en particular al Olivo, te lo contamos aquí. Alguno de ellos son muy curiosos, y seguro que no lo sabías. Sigue leyendo para conocer todos los motivos!
La sequía puede tener un impacto significativo en la calidad del aceite de oliva, especialmente en lo que se refiere a la cantidad y calidad de los compuestos fenólicos presentes en el aceite.
Los compuestos fenólicos son sustancias naturales presentes en el aceite de oliva que le dan su sabor amargo y picante, así como sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. La sequía puede afectar la cantidad y calidad de estos compuestos fenólicos debido a varios factores:
- Estrés hídrico: Cuando las plantas no tienen suficiente agua disponible, pueden sufrir estrés hídrico. Este estrés puede limitar la capacidad del olivo para producir compuestos fenólicos en la cantidad y calidad necesarias.
- Reducción de la síntesis de clorofila: La sequía puede limitar la producción de clorofila en las hojas del olivo. Como resultado, las hojas pueden volverse más amarillas y la calidad del aceite puede verse afectada negativamente.
- Disminución de la producción de aceitunas: La sequía puede limitar la producción de aceitunas en el olivo. Como resultado, la cantidad de aceite de oliva producido puede disminuir, lo que puede afectar la calidad del aceite.
- Disminución de la calidad del fruto: La sequía puede reducir el tamaño y la calidad del fruto del olivo. Los árboles pueden producir frutos más pequeños y arrugados, lo que afecta negativamente la apariencia y el valor comercial del producto.
- Aumento de la susceptibilidad a plagas y enfermedades: La sequía puede debilitar el sistema inmunológico del olivo, lo que lo hace más vulnerable a las plagas y enfermedades. Los árboles estresados por la sequía pueden ser más propensos a ser atacados por insectos y enfermedades que pueden dañar la producción y la calidad del fruto.
- Mayor riesgo de incendios forestales: La sequía puede aumentar el riesgo de incendios forestales en el olivar debido a la acumulación de material vegetal seco. Los olivares que están secos y sin agua son más susceptibles a los incendios forestales, lo que puede dañar gravemente la producción de aceite de oliva.
En general, la sequía puede reducir la cantidad y calidad de los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva, lo que puede afectar su sabor y sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Es importante tomar medidas para minimizar los efectos de la sequía en el olivar, como el riego adecuado y la nutrición adecuada del suelo y las plantas, para garantizar la producción de un aceite de oliva de alta calidad.
Existen algunas variedades de olivos que son más resistentes a la sequía que otras, debido a su capacidad para adaptarse a condiciones de clima seco. Algunas de estas variedades son:
- Picual: Esta variedad de olivo es originaria de Jaén, Andalucía, y es una de las más cultivadas en el mundo. La Picual es conocida por su resistencia a la sequía y su capacidad para producir aceites de alta calidad.
- Arbequina: Originaria de Cataluña, España, la Arbequina es una variedad de olivo que produce aceites de alta calidad con un sabor suave y frutado. Esta variedad es conocida por su resistencia a la sequía y su capacidad para adaptarse a condiciones climáticas extremas.
- Hojiblanca: Originaria de Andalucía, España, la Hojiblanca es una variedad de olivo que produce aceites suaves y afrutados con un alto contenido de ácido oleico. Esta variedad es conocida por su resistencia a la sequía y su capacidad para adaptarse a suelos pobres.
- Koroneiki: Originaria de Grecia, la variedad Koroneiki es conocida por su resistencia a la sequía y su capacidad para producir aceites de alta calidad con un sabor intenso y amargo. Es una variedad popular en los países mediterráneos debido a su adaptabilidad a climas secos y calurosos.
Es importante tener en cuenta que la resistencia a la sequía de una variedad de olivo no es el único factor que afecta la producción de aceite de oliva. La calidad del suelo, el manejo del riego y otras prácticas de gestión son igualmente importantes para garantizar una producción saludable y sostenible.
Por ello nosotros contamos con un ingeniero agrónomo especializado en el olivar, que nos aconseja en cada fase, cómo nutrir al olivo para que no sufra ninguna de las situaciones anteriores, y obtengamos excelente cosechas como la de este año, pese a ser una cosecha muy difícil para la mayoría.
Nuestro olivar, a pesar de no ser un cultivo ecológico, si que es de Producción Integrada, es decir, un paso intermedio entre el olivar tradicional y el ecológico. De este sistema hablaremos otro día, pero en resumen, diremos que busca equilibrar la producción agrícola con la protección del medio ambiente y la salud humana, promoviendo prácticas sostenibles y respetuosas con la naturaleza.
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